No tendrás que tomar químicos,
así que a poca gente le interesará.
No hay promesas fáciles, ni curas en frascos.
Pero si llevas tiempo con la sensación de que tu cuerpo te ha traicionado…
Si te despiertas preguntándote si hoy podrás pensar con claridad, moverte sin dolor o simplemente aguantar el día…
Entonces esto te puede volver a encender.
Trabajé casi 10 años en un mostrador de farmacia. Y vi pasar a cientos de personas como tú:
rotas por dentro, resignadas por fuera, aferradas a la esperanza de que la siguiente pastilla fuese la buena.
👎🏼 Llevas años diciendo “me duele” y lo único que escuchas es “no puede ser para tanto”
👎🏼 El dolor ya no te asusta… te acompaña, como una sombra.
👎🏼 Sientes que tu intestino está librando una guerra civil.
👎🏼 Te despiertas preguntándote si hoy tendrás fuerzas para caminar… o si será otro día de sofá y culpa.
👎🏼 Te has vuelto el aguafiestas del grupo, el que cancela, el que está “siempre cansado”
👎🏼 Has pasado por mil consultas, y aunque no te lo dicen, notas en sus ojos que piensan que todo está en tu cabeza
👎🏼 Te dieron un diagnóstico como si fuera una condena: “Esto no se cura. Solo queda aprender a vivir con ello… y medicarte de por vida.”
¿Sigo?
No consigo sacarme de la cabeza a una paciente que venía a la farmacia cada semana.
Tenía los ojos apagados. Te juro que no era el cansancio. Era rendición.
Había normalizado tanto el dolor, los efectos secundarios, la dependencia a los medicamentos… que cuando intenté hablarle de otras opciones, ni siquiera me escuchó.
Me decía: “yo ya he probado de todo, esto es lo que hay”.
Lo que me rompió fue cuando me confesó —casi riendo, como quien ya ha hecho las paces con la tristeza— que había dejado de intentar quedarse embarazada, porque su enfermedad y los tratamientos “no se lo permitían”.
Y yo ahí, con la garganta cerrada.
Pensando en todo lo que podría haber hecho por ella, si tan solo hubiese creído que había otro camino.
¿Y si el mayor dolor no fuera físico… sino haber perdido las riendas de tu propia vida?
Por si no lo sabías, soy madre.
Y si hay algo que me cuesta —mucho— es no poder planificar mis días al milímetro.
Porque mi hija no entiende de agendas. Ella fluye, y yo… intento seguirla.
(Aunque bueno, algo organizo. Soy capricornio. No me pidas que todo sea caos, por favor 😅)
Y si yo me frustro solo porque no logré tachar todas las tareas del día…
No quiero ni imaginar cómo se siente vivir sin saber si hoy tu cuerpo te va a acompañar o a traicionar.
No saber si vas a poder salir, pensar, disfrutar, o si vas a pasar el día solo sobreviviendo.
Eso sí que es perder el control.
Eso sí que duele de verdad.
¿Y si el problema es que estás buscando soluciones fuera, cuando en realidad están dentro de ti?
Desde pequeñ@s nos programaron así:
“¿Te duele la cabeza? Paracetamol.”
“¿Te resfriaste? Frenadol.”
“¿Te duele el estómago? Omeprazol.”
Sintomatiza. Tapa. Silencia.
Muerte.
Tu cuerpo no es tonto. No se equivoca.
La naturaleza no busca los problemas.
Tu cuerpo no está roto.
No es defectuoso.
Solo está intentando hablarte.
El dolor, la hinchazón, la fatiga… son mensajes.
Quizás esa migraña viene de horas tragándote tus emociones frente a una pantalla.
Quizás ese resfriado viene de tu sistema inmunitario gritando: “¡estoy agotado!”
Quizás ese estómago inflamado solo te está pidiendo: “por favor, basta de ultraprocesados”.
Escúchalo.
Tu cuerpo sabe cómo sanar.
Solo necesita que le devuelvas el respeto y la atención que se merece.
👉 Tu salud empieza cuando decides dejar de silenciar tus síntomas.
Incluso drogándote... te sigues sintiendo como el culo, ¿verdad?
¿Te conté que trabajé como investigadora en laboratorios farmacéuticos en Suiza?
Sí. En los grandes. En los que mueven millones. En los que supuestamente salvan vidas.
Tengo que confesarte algo que aún me cuesta digerir:
Allí, la salud no es un objetivo. Es un negocio.
Y un paciente que se cura… es un cliente perdido.
¿Qué sentido tendría para ellos que una sola pastilla bastara para sanarte… si pueden venderte veinte durante toda tu vida?
Mejor que mejores un poco. Lo justo. Para seguir funcionando. Pero no tanto como para dejar el tratamiento.
Y así seguimos:
Con síntomas que no se van,
efectos secundarios que se acumulan,
y la creencia de que “es lo que hay”.
Créeme, yo también lo creí.
Hasta que ya no pude más.
🚨Ojo aquí 🚨
Recuerda: soy farmacéutica.
(Farmacéutica que te recomienda alejarte de los medicamentos cuando se puede… pero farmacéutica al fin y al cabo).
Así que no, no te voy a decir que dejes tu tratamiento de golpe ni a lo loco.
Porque hay momentos en los que la medicina convencional salva vidas. Punto.
Pero también hay momentos —muchísimos— en los que lo único que hace es tapar síntomas sin resolver la causa.
Y ahí es donde entra la naturopatía.
👉 La alopatía para lo urgente.
👉 La naturopatía para lo profundo.
Lo que yo defiendo no es una guerra entre sistemas.
Es una alianza consciente para que tú dejes de sobrevivir y empieces a vivir.
La solución no está en otro médico, ni en otra pastilla.
Está en ti.
Pero no basta con querer sentirse bien.
Hay que crear las condiciones para que tu cuerpo pueda sanar.
Punto 1, punto 2, punto 3 (como diría mi suegro, físico nuclear - de esos científicos con los pelos alborotados y los ojos llenos de pasión por la ciencia -
¿Tienes la imagen?
¡Genial! seguimos)
Punto 1: La ALIMENTACIÓN
Tu cuerpo no puede construir salud con ultraprocesados y azúcar como combustible.
Lo que comes se convierte —literalmente— en tus células.
👉 Si alimentas inflamación, obtienes inflamación.
👉 Si alimentas vitalidad, obtienes vitalidad.
Punto 2: El SUEÑO
Dormir no es perder tiempo.
Es cuando tu cuerpo se repara, tu sistema inmunitario se regula y tu mente se reinicia.
Si duermes mal, todo lo demás falla. TODO.
¿Sabías que dormir solo 6h por noche durante 10 días seguidos reduce tu rendimiento cognitivo igual que si no durmieras una noche entera?
Punto 3: La gestión del ESTRÉS
El cortisol es como una bomba silenciosa.
Demasiado, y tu sistema digestivo, tus hormonas y tu sistema inmune se van al garete.
Aprender a calmar tu sistema nervioso no es un lujo ni una moda zen: es biología pura.
Bueno, hay un punto 4 y un punto 5 (eso también lo dice a veces mi suegro…)
Punto 4: El MOVIMIENTO
Estás diseñado para moverte.
Para caminar, estirarte, bailar, respirar profundo.
No para pasar el día en una silla, encerrado en pantallas y rutinas tóxicas.
Punto 5: La CONEXIÓN
Conectar contigo.
Con la gente que amas.
Con la naturaleza.
El aislamiento enferma. El vínculo sana.
👉 La salud no es un objetivo.
Es una práctica diaria. Una elección constante.
Y si ahora mismo estás leyendo esto y te preguntas “¿pero cómo empiezo?”, respira:
por eso estoy aquí.
Aquí es cuando empiezan las quejas…
Si yo te entiendo, toda la vida escuchando que los problemas de salud se solucionan con píldoras mágicas…
“No tengo energía ni para cocinar, ¿cómo voy a hacer un cambio de vida?”
“Con suerte me levanto de la cama, y tú me hablas de prioridades.”
Creo que no lo entiendes, estás tomando el problema al revés..
Créeme, yo no te juzgo.
Pero también te digo una verdad incómoda:
👉 Si no mejoras, no es porque no haces lo suficiente…
👉 Es porque pones tu poca energía en lo que no te devuelve nada a cambio.
Seguir sobreviviendo no te va a llevar a sanar.
Invertir en tu salud sí.
Y no, no va a pasar de un día para otro.
Pero si eliges quedarte donde estás, tampoco va a cambiar nunca.
¿Quieres estar igual en 6 meses? ¿O empezar a vivir diferente en 30 días?
Algunos pacientes notan cambios en una semana.
Otros, en tres.
No hago milagros.
Pero si tú te comprometes, yo no te suelto hasta que lo consigas.
“Otro protocolo restrictivo más...
Otro sacrificio que no voy a poder mantener. Ya me conozco.”
Lo sé.
Todos venimos con cicatrices de dietas imposibles, cambios drásticos, y exigencias inhumanas.
Pero aquí no se trata de restringirte por castigo.
👉 El protocolo AIP no es una condena.
👉 Es un puente.
El objetivo no es vivir limitado, sino darte el tiempo y el entorno para que tu cuerpo pueda resetearse, sanar… y volver a permitirte una vida libre y llena.
Bueno si tu objetivo es meterte 5 Burger King semanales entre pecho y espalda, puedes cerrar esta ventana ya. No me interesa acompañarte.
Pero si sueñas con levantarte un día sin dolor, sin niebla mental, sin depender de una pastilla para funcionar, entonces sí:
esto es para ti.
“Ya lo intenté todo…
otra dieta más no va a cambiar nada.”
Esa voz también la conozco.
Porque después de tantos intentos fallidos, es normal que ya no creas en nada.
Pero déjame decirte algo con todo el respeto del mundo:
👉 No es que tú hayas fallado.
👉 Es que nunca tuviste un enfoque adaptado a tu cuerpo, a tu enfermedad y a tu historia real.
El protocolo AIP no es magia ni moda.
Es una herramienta basada en evidencia científica (PMID: 28858071, 31275780, entre otros), diseñada específicamente para personas con enfermedades autoinmunes.
No me lo inventé yo. Pero lo estudié, lo validé y lo adapté para ayudarte a recuperar tu salud de forma sostenible.
Si esta vez decides intentarlo con acompañamiento, compromiso y estrategia...
Esta vez puede ser diferente.
Te han hecho creer que tu salvación está en las farmacéuticas…y en realidad son los que detienen tu mejoría
Estudié farmacia con la ilusión de ser esa científica que descubriera la molécula mágica.
La que salvaría miles de vidas desde un laboratorio suizo, bata blanca y vocación al hombro.
Pero entonces llegó mi primera práctica en una farmacia real.
Gente entrando con dolor.
Saliendo con bolsas llenas de medicación.
Y regresando semanas después… con más dolor.
Algo no me cuadraba.
Pero en clase no hablábamos de eso.
Solo de fórmulas, protocolos y dosis.
Me enseñaban a silenciar síntomas, no a entender por qué aparecían.
Mientras tanto, empecé a formarme en salud natural, casi a escondidas.
Y cuanto más aprendía, más me dolía ver lo que estábamos haciendo.
Un día, entendí lo que la naturaleza me venía susurrando desde siempre:
👉 La enfermedad no es el enemigo. Es el lenguaje del cuerpo que pide ayuda.
Y desde ese día, decidí cambiar de camino.
Hay que dejar de tapar los síntomas con parches.
De esperar milagros desde la química… cuando lo que el cuerpo pide es comprensión.
Yo no podía más con ver pacientes sufrir.
Entraban a la farmacia con la mirada baja, con bolsas de medicamentos… y con la esperanza de que, esta vez, alguien los escuche de verdad.
Me contaban historias de dolores crónicos, fatiga aplastante, kilos que iban y venían sin lógica, ansiedad que nadie tomaba en serio…
Y yo los escuchaba. Con todo el corazón.
Pero desde el otro lado del mostrador, no podía darles más que eso.
“Toma esto.”
“Vuelve si no mejora.”
“Quizá es estrés.”
Y no. No era estrés. Era abandono. Era impotencia.
Hasta que entendí que no quería ser parte del sistema que apaga alarmas.
Quería ser quien ayuda a descifrarlas.
Por eso dejé la bata, los protocolos y el mostrador.
Para acompañar —de verdad— a quienes están listos para sanar de raíz.
👉 No desde la resignación, sino desde el reencuentro con su cuerpo.
Ahí entendí cuál era mi misión:
Ayudar a quienes viven a medias, a volver a vivir de verdad.
Pero no podía hacerlo si antes no lo probaba conmigo.
Así que empecé a aplicar todo lo que aprendía. En mí. En mi familia. En amigos que ya me pedían consejos antes de ir al médico.
Y aunque parezca una tontería, te cuento algo personal:
Llevaba años con una tendinitis en la rodilla. Un dolor sordo, constante, que venía y volvía… Es una inflamación, exactamente como lo que ocurre en tu cuerpo, solo que tú tienes mucha más inflamación.
Cuando empecé a cambiar mi alimentación, mis ritmos, mi descanso, mis emociones…
El dolor se fue.
Y no volvió.
Hoy puedo hacer 6 horas de bici o 4 horas de caminata… sin que ni siquiera se asome.
No fue una cura mágica.
Fue un proceso de escucha, ajuste y constancia.
👉 Y si eso lo logré con una inflamación puntual… imagina lo que puedes conseguir tú, si tu cuerpo recibe por fin lo que necesita.
Lo confieso: tengo un vicio.
Se llama aprender todo lo posible sobre cómo funciona el cuerpo humano…
y sobre cómo sanarlo de verdad.
Cuanto más estudiaba naturopatía, nutrición, micronutrición, salud intestinal, protocolo AIP (autoimmune protocol), aromaterapia…
más entendía que lo que me enseñaron en farmacia fue solo la superficie.
Un aperitivo muy básico, digamos. Y bastante desabrido.
Pero no me quedé ahí.
Porque cada nuevo conocimiento lo aplicaba, lo integraba, lo validaba.
Y hoy todo eso está al servicio de lo más importante:
👉 tu proceso.
Lo que he aprendido no es para lucir diplomas.
Es para que no tengas que seguir buscando respuestas solo.
Te mereces algo mejor que una vida en pausa.
Y aún más si sigues con síntomas a pesar de todo lo que has intentado.
Yo te propongo algo distinto:
Acompañarte. No darte soluciones enlatadas.
Caminar contigo en tu proceso, pero no hacerlo por ti.
👉 Si buscas un milagro sin mover un dedo… este no es tu sitio.
👉 Pero si estás listo para recuperar tu vida, paso a paso, con un plan claro, seguimiento real y apoyo constante…
Sube. Que te llevo.
No es un pack de consultas.
Es tu billete de salida del dolor, la resignación y la incertidumbre.
Es tu entrada a una vida que sí se siente tuya.
¿Estás listo?
⏰
No son videollamadas eternas donde repites tu historia una y otra vez sin que nadie te escuche de verdad.
Son sesiones estratégicas y enfocadas, donde cada minuto está pensado para ayudarte a avanzar con claridad.
👉 Saldrás sabiendo exactamente qué hacer y por qué.
📝
No vas a recibir un protocolo genérico reciclado de internet.
Tendrás un plan hecho para ti, con tus necesidades, tus límites y tu estilo de vida.
👉 Lo podrás aplicar sin volverte loca ni frustrarte a la semana.
💆
No es otra dieta imposible que te hace sentir culpable cada vez que fallas.
Es una estrategia flexible y realista que busca resultados duraderos, no perfección imposible.
👉 Porque sanar no es castigarte. Es entenderte.
Tras confirmar tu reserva, empieza el viaje:
✅ Un correo electrónico de bienvenida con los primeros pasos y cuestionarios previos. Aquí empieza la fase de escucha profunda: tu cuerpo es un todo, y necesito conocerte bien para ayudarte bien.
✅ Una semana antes de nuestra primera sesión, recibiré tus respuestas y me pondré a trabajar en tu caso con lupa. Esto no es copiar-pegar: es personalización real.
✅ Primera consulta larga, para aterrizar todo lo que has vivido y convertirlo en claridad: síntomas, bloqueos, rutinas, todo. Saldrás con un primer plan de acción ya en marcha.
✅ Trabajo estratégico entre sesiones. Me sumerjo en tu historia como una detective en busca de pistas: reviso, conecto, estructuro.
Aquí es cuando ocurre la magia: donde utilizo todo el conocimiento acumulado a lo largo de los 10 años que llevo trabajando en el mundo de la salud, combinado con las decenas de formaciones y lecturas que he hecho, para llevarlo a tu caso y crearte tu Fight Plan perfecto.
✅ THE FIGHT PLAN, tu hoja de ruta personalizada, realista y eficaz.
✅ 5 consultas de seguimiento (una cada 15 días), porque si piensas que te voy a dejar perder la motivación, ¡estás equivocado! En estas sesiones, afinamos, ajustamos, celebramos avances y sostenemos lo que ya funciona.
✅ Acompañamiento por email de lunes a viernes. No estás sola entre sesiones. Estoy aquí, con máximo 48h de respuesta, para que nunca te sientas perdida.
Y al final de estos 3 meses, no solo tendrás más energía y menos síntomas.
Tendrás herramientas, conciencia y autonomía para sostener tu salud sin depender de nadie.
Porque este no es un tratamiento para “mientras tanto”.
👉 Es el principio de tu nueva normalidad.
¿Para quién es este acompañamiento (y para quién NO)?
Atento que este apartado es MUY IMPORTANTE.
Lo primero es que yo respeto demasiado tu tiempo (y el mío), y tu dinero, para dejar que me contrates si sé que no tendrás resultados
No me interesa trabajar contigo si tu perfil no corresponde a este acompañamiento diseñado para obtener RESULTADOS.
Así que por favor lee esto:
Este acompañamiento SÍ es para ti si:
✅Tienes una enfermedad autoinmune y te niegas a resignarte al “esto es para toda la vida”.
✅Estás dispuest@ a pasar de paciente pasivo a protagonista de tu sanación.
✅Quieres callar esas voces médicas que te dijeron que “no había nada más que hacer”.
✅Anhelas volver a confiar en tu cuerpo y recuperar el control de tu vida.
Este acompañamiento NO es para ti si:
❌Buscas una píldora mágica que te te arregle sin mover un dedo.
❌Te identificas con tu diagnóstico y no estás preparado para imaginarte sin él.
❌Prefieres seguir apagando incendios con azúcar y pastillas, aunque el fuego no se apague.
❌No estás dispuesto a comprometerte contigo, aunque sabes que te lo debes.
Este no es un acompañamiento cualquiera.
Es tu pasaje de vuelta a la salud que creías perdida.
A esa energía que tenías de niño.
A disfrutar de tu gente sin tener que cancelar.
A despertarte sin miedo a cómo vas a sentirte hoy.
Sé que suena raro.
Porque nadie más te lo ha dicho así.
Pero yo estoy aquí para cambiar eso.
Si estás dispuesto a comprometerte contigo,
sí, se puede.
Te acompaño en la parte más frágil del camino:
esa en la que todo parece incierto, difícil, nuevo.
Estaré a tu lado paso a paso.
Hasta que vuelvas a confiar en ti.
Hasta que tu cuerpo deje de ser un campo de batalla,
y se convierta en tu hogar.
De crisálida… a mariposa.
Y cuando sepas volar,
no habrá quien te detenga.
¿Cómo funciona este acompañamiento?
Una vez que confirmas tu reserva, empieza lo bueno:
✅ Recibirás los cuestionarios previos, para que pueda conocer a fondo tu historia, tus síntomas, tus hábitos y tus prioridades.
✅ Tendremos una primera videollamada larga, donde trazaremos juntas el punto de partida y tus primeros pasos estratégicos.
✅ A partir de ahí, recibirás tu Fight Plan personalizado: una guía detallada, adaptada a ti, sin complicaciones absurdas ni exigencias irreales.
✅ Durante 3 meses, nos veremos en 5 sesiones de seguimiento (una cada 15 días) para ajustar, motivar y avanzar.
✅ Y entre sesiones, no estarás sola: tendrás mi apoyo por email de lunes a viernes, con respuestas en un máximo de 48h.
Todo está pensado para que dejes de ir a ciegas y avances con claridad, motivación y estructura.
Precio: 600 € por 3 meses de trabajo conjunto
Una inversión única que te puede devolver lo más valioso:
la energía, la autonomía, la tranquilidad… y tu vida.
Una vez que hagas clic, te llegará todo lo necesario para agendar tu primera cita.
Si has llegado hasta aquí,
no es casualidad.
Ellos ya han recuperado una alta calidad de vida
Y creo que no lo cambiarían por nada…
Caty
Muy atenta y muy alentadora, es decir, que incluso si no siempre logro seguir perfectamente los tratamientos porque requieren mucho esfuerzo y cambios en mi día a día, Cécile me felicita por haber logrado dar un paso adelante y me anima a continuar sin presionarme. Me deja avanzar a mi propio ritmo, mientras sigue atenta a la evolución de mi estado de salud, lo cual es muy apreciable.
Además, si ve que un consejo o un método no se adapta a mi manera de funcionar o a mi problema, ajusta la situación y en ningún caso me abandona.
Antonio
Mario
Ivan
¿Te queda alguna duda?
¿Cómo puedo estar seguro de que me va a funcionar?
Y yo tampoco. Porque esto no es una pastilla mágica.
Pero si aplicas lo que vamos a trabajar con compromiso y constancia…
Si pones la energía que tienes en lo correcto,
el cambio en tu calidad de vida puede ser brutal.
Y no lo digo por intuición:
Está respaldado por estudios científicos.
(Como estos: PMID: 28858071, PMID: 31275780)
¿Por qué no lo recomiendan los médicos si es tan bueno?
Porque, lamentablemente, no se les forma en esto.
Y para ser justa: muchos de ellos tampoco tienen el tiempo necesario para hablar de hábitos, alimentación, inflamación o emociones en una consulta de 15 minutos.
Eso no los convierte en “malos médicos”, solo en médicos limitados por el sistema.
Por eso estamos aquí.
¡Me da mucho miedo dejar mi medicación!
Lo entiendo.
Y te lo digo claro:
No te voy a pedir que dejes nada sin supervisión médica.
Si estás tomando medicación crónica, podemos trabajar igualmente.
Y si los resultados llegan (que llegan), y TÚ lo quieres, y TU MÉDICO lo valida…
podrás plantearte reducirla.
O no.
Tu cuerpo, tu decisión.
No tengo tiempo para cambiar mi vida ahora.
Precisamente por eso este plan es personalizado:
para adaptarse a tu vida real, no a una fantasía de Pinterest.
Además, te compartiré los mejores trucos que he aprendido para optimizar tu tiempo —
no solo durante el acompañamiento, sino para siempre.
Sí, hay que hacer concesiones.
Pero si hay tiempo para Instagram, hay tiempo para curarse.
👉 Menos scroll, más salud.
¿Si no quiero seguir después de la primera consulta, me devuelves el dinero?
No
Pero te explico por qué.
Este acompañamiento está pensado para personas que están listas para comprometerse.
No vendo consultas sueltas. Vendo transformación con seguimiento.
Y si después de la primera consulta te entra el pánico, probablemente sea porque sabes que esta vez vas en serio.
Créeme: me vas a agradecer que no te haya dejado echarte atrás.
Acompañamiento 1:1
“Metamórfosis AIP”
Porque vivir a medias no es una opción.
🔥 3 meses de trabajo conjunto
📞 6 sesiones personalizadas
📩 Apoyo constante por email
📘 Plan de acción único para ti
Reserva tu primera cita y deja de postergar lo que sabes que necesitas.
600 €
(Menos de lo que cuestan tus medicamentos cada mes)
PD: No necesitas una píldora mágica, necesitas entender y cuidar tu cuerpo.
Pilla este acompañamiento antes de que me arrepienta de lo barato que te lo he puesto. Despertar cada mañana sin dolor y volver a vivir una vida plena no tiene precio.